Nunca pensé que echaría tanto de menos sonreír. Hace unas semanas me diagnosticaron. Poco a poco me estoy acostumbrando y a sobrellevarlo de la mejor manera pero hay momentos en los que me sobrepasa. El tener que dormir con un ojo abierto, no poder comer y beber con normalidad, mirarte al espejo o en fotos y no reconocerte… Te despiertas y ves que nada cambia y nadie te asegura un plazo exacto de mejora. Confío en que pronto todo volverá a la normalidad y lo recordaré como una experiencia más. Me siento muy afortunado y agradecido de tener a personas que me apoyan y me ayudan día tras día y principalmente a Elena que no se ha separado de mi en ningún momento y sin ella este proceso estaría siendo mucho más complicado. GRACIAS 🙏🏼